Vivimos en un mundo de muchas victorias externas, buscamos aprobación y que se nos reconozca por lo que hacemos. Estamos en la era del efecto microondas, donde todo debe ser rápido y que se haga como nos gusta o como queremos. Esperamos que nuestros hijos se comporten de la forma que deseamos, que nuestro esposo o familia nos entienda y hagan las cosas a nuestra manera, etc… Por fuera todo puede verse muy bien, pero ¿que podría estar pasando en nuestra parte interna y en la de nuestras familias?
Si lo externo fuera lo real no viviríamos en estrés constante, las familias no experimentarían divorcios, hijos abandonados, altos índices de suicidio, depresión, violencia, enfermedades por estrés entre otros. Para que puedas entender el punto al que busco llegar quiero que imagines esto: hay una gran obra de teatro en tu ciudad y tú eres la protagonista, solo que hay un pequeño detalle, ¿es el día del estreno y tu no preparaste tu parlamento… cual crees que podría ser el resultado? De esta misma manera estamos enfrentando cada momento de nuestra vida, no hablo de lo técnico o de cómo te desempeñas en tu trabajo sino de carácter, que es la manera en que reaccionas habitualmente ante una situación y este te hará ser más fuerte o débil en la medida que sea trabajado a profundidad en lo privado Ahí es donde podremos ganar nuestras mayores victorias.
Piensa que en nuestro interior hay una especie de globo y esté se va llenando de aire por las realidades que enfrentamos cada día como la convivencia en familia, el trafego o todo lo que se pueda presentar en nuestro entorno y trabajo. Si ese globo explota podría hace mucho daño a su paso. Hagamos una analogía, piensa en un pequeño globo de helio de fiesta, si este explota exhalar ese aire es tóxico y podría ser perjudicial para quien este cerca. Ahora volvamos a nuestro ejemplo, si estas constantemente introduciendo aire de ofensas no perdonadas, heridas por cosas injustas que pasaron, algo que afecto tu orgullo o vulneraron tus derechos, ¿ que pasa en ti cuando llegas a una situación límite? (Piensa que usualmente la situaciones límites llegan por pequeñas cosas, el problema es que hemos venido acumulando tanto aire toxico que cualquier cosa puede detonar su explosión.)
¿En esa situación límite explotas o logras controlar la presión hasta que baje?
Si explotas quiere decir que hay cosas por trabajar desde adentro, puede haber un corazón herido, falta de perdón… pero si has logrado controlarte quiere decir que hay victorias que ya has ganado.
Nuestro carácter puede ofrecernos los más bellos momentos o experimentar nuestras peores pesadillas. ¿Quieres saber cómo ganar esas victorias internas?
Al igual que tú, he tenido que enfrentar muchos desafíos y pruebas en mi carácter en algunas he ganado pero las que he perdido han sido demasiado dolorosas y con un alto precio para mi vida y el de mi familia. Porque el precio que pagas es dolor, división en las relaciones y aún falta de sentido a la vida. Cuando llegan esos momentos limites, has sentido en tu cabeza un bombardeo de ideas y pensamientos (generalmente no muy buenos), el corazón latiendo más fuerte, es como si fueras perdiendo el control y se te apagara el interruptor de la razón.
Bueno, esto me pasaba constantemente y estaba arruinando mi vida y la de los que más amaba. Aunque he vivido muchos procesos de transformación de pensamientos, sanidad emocional, y un trabajo a profundidad con heridas que aún estaban muy arraigadas desde la niñez, parecía que esto podía ser más grande que yo, pero decidí, que no podría seguirme controlando y mucho menos arruinando mi futuro y el de mi familia.
Para eso debí tomar acción y recordé una gran verdad que me dijo mi hijo de 8 años, un día después de una acalorada pelea que tuvimos la cual se inició con algo pequeño y se convirtió en una batalla campal, donde perdí el control y lo corregí de una forma que no era necesaria. Luego de esto el me recordaba si yo sabía los frutos del Espíritu Santo, (si no sabes a que me refiero acá te los dejo: amor, paz, bondad, mansedumbre, dominio propio, templanza, gozo y fe), y por supuesto que los sabia, pero no funciona la teoría si no como actuamos.
Confieso que he fallado en poner en práctica cada uno de ellos y yo, avergonzada ante este pequeño gran hombre diciéndome esto, solo le pedí perdón por como actué, me despedí de el porque era la hora de dormir y entre a mi habitación con un fuerte dolor en mi corazón porque había fallado de nuevo y me preguntaba entre lágrimas y cuestionamientos porque no podía avanzar. Pero entendí que debía hacer un alto en el camino y lograr virar este gran barco, o si no seguiría al iceberg que teníamos en frente.
Durante mucho tiempo sabía que debía hacer pero seguía fallando, justificándome en mis circunstancias, culpando a otros, pero definitivamente nada de esto estaba generando cambios. Así que espero que al igual que a mí, te sirva y transforme tu vida, corazón y traiga una relación diferente para ti y los que más amas estas pequeñas lecciones de vida.
Reconocer que no podemos vivir basados en nuestras emociones sino que debemos aprender a equilibrarlas.
5 lecciones para conquistar día a día TÚ yo interno
Como los atletas de alto rendimiento, estos no se hacen de un día para otro, te tomará mucha trabajo y esfuerzo lograr perfeccionarte, este es el inicio en tu proceso de reconocer e ir transformando lo que no esta funcionando para tener relaciones sanas y avanzar cada día en asertividad y tener más victorias que derrotas.
1. Es de sabios enfrentar las batallas en completa lucidez y control de sí mismos: si estas cansada, con ira o frustración retírate o vas a terminar en pelea, frustrada o diciendo cosas que después seguramente te arrepentirás. Piensa que las palabras son como flechas que se lleva el viento. Una vez lanzadas, aunque deseas que vuelvan, llegaran a su destino y dejaran una marca. Y aunque las saques y sanes, habrá una huella que tendrá que trabajarse. Las marcas que debemos dejar son nuestro hablar bien, es decir en bendición. Bendije tu trabajo, bendice a tus hijos, tu esposo, el jefe, aunque pareciera que no hay cambio o no se lo merecen esas palabras buenas, ellas cambian el ambiente. El amor es el único capaz de transformar.
2. Identifica si eres adicta a la ira o a tener la razón: quizás seas una persona que siempre necesita imponer tu verdad y opinión por encima de la de los demás o talvez tu adicción es a la aprobación, a cumplir los estándares de otros, a no expresar lo que puedas estar sintiendo. En ambos casos es necesario reconocer quien eres. Dios nos creó como individuos únicos, con personalidades y formas de ver la vida diferentes. Reconoce cuál es tu valor y que este no depende de que tanto tus criterios o ideas ganan, o de cuan complacida está la gente cuando la complaces. Recuerda que el equilibrio es la clave que necesitas para lograr TÚ100% . Las relaciones son lo más importante en nuestra vida, la relación con Dios, con tu esposo, hijos, familia, amigos o quienes te rodean, debemos darles la importancia que se merecen, eso quiere decir tener paciencia y no discutir por cosas menores. Que alguien esté en desacuerdo contigo no significa que esa persona este equivocada. Abra momentos que tendrás que pasar por alto cosas, recuerda que ni tu no yo somos perfectas, aprendamos a ser realistas en cuanto a nuestras expectativas. Recuerda esto “el amor cubre multitud de faltas”.
3. Renuncia al pasado y a seguir recordando la lista de ofensas: ¿Quieres vivir con tu razón o quieres alejar el conflicto y la división de tu vida? Se un agente de paz, se quien siembra semillas de vida, palabras amables que edifiquen al otro. Cambia el enfoque y percepción de lo que no te gusta o de las circunstancias que estas pasando, enfócate en tus cualidades y dones, magnifica lo bueno y no lo equivocado.
4. Reconoce que no puedes hacerlo sola: no somos llaneros solitarios. Busca personas que puedan apoyarte, donde puedas desahogar tus frustraciones y te puedan mostrar otra perspectiva de la situación que has vivido. Pedir ayuda no es debilidad. Debilidad es no hacerlo.
Busca también una actividad que te ayude a bajar la presión o conflicto que estés sintiendo. Hacer ejercicio podría ser una maravillosa oportunidad para sacar la frustración, el conflicto o los argumentos que tengas.
5. Una excelente forma de conquistar nuestro interior es dando y sirviendo, eso hace que quitemos el foco de nosotras mismas: ¿Piensa quien está enfermo y podría necesitar una llamada o tu visita. Hace cuanto no haces depósitos positivos en la vida de tu esposo, ó desde cuando no alentas y edificas a tus hijos? Recuerda que las relaciones son como una cuenta de banco puedes hacer depósitos positivos o estar retirando constantemente hasta quedar en bancarrota.
Si te encaminas en estos pequeños ajustes tengo la certeza que vas a derrotar ese gigante interior que quiere levantarse a boicotear nuestras relaciones. Ese gigante trata de ponernos un mayor peso sobre los hombros, sin embargo, lo vencemos cuando lo hacemos más pequeño con cada paso que demos para conquistar nuestras batallas internas.